viernes, septiembre 19, 2008

Ni modo,

hoy no le hago a la poesía. Tengo un callo pseudosentimental.

Nunca he fallado, nunca.

Debía encontrarme con aquél hombre donde habíamos quedado de vernos, vía correo electrónico, dos días antes. En situaciones como está lo más importante es saber lo menos posible de la persona con quien se cierra el trato. Las especificaciones eran claras, precisas: él llevaría el paquete dentro de un portafolios negro de medidas específicas, iría vestido con camisa y corbata, lentes oscuros y un saco beige. Algo no tan fuera de lo común, a excepción de lo que me haría saber que se trataba de él: un reloj digital, con extensibles amarillos y colocado en la muñeca derecha. Tendría que revisar a partir de su hora de llegada cada quince minutos el ridículo accesorio. En la tercera ocasión en que revisara el uso horario de éste sector del mundo, se quitaría el saco y no deberían pasar más de veinte segundos para que yo le abordara e intercambiáramos nuestros paquetes, discretamente. Un plan perfecto, exquisito.
Desde la cafetería donde yo me encontraba alcanzaba a ver al tipo perfectamente.
Quince minutos pasaron. El tipo, al pie de la letra, miró su reloj por primera vez.
Todo iba conforme al plan. Todo, excepto una cosa: yo no traía mi correspondiente paquete. El malnacido que lo iba a conseguir había sido encontrado muerto unas horas antes. El paquete, por supuesto, no se encontró. Se sospecha que su constitución física era de un material biodegradable, y a los pocos minutos de hacer contacto con la tierra simplemente se desintegró. Volvió al lugar al que pertenecía,a la nada. Yo por supuesto, lo dudo.
Así que sólo me quedaba media hora para pensar en algo. Tenía que ser brillante, digno de mis habilidades y mi capacidad inventiva. Debía salir de ahí no solo con el paquete, si no sin siquiera un rasguño.
Quince minutos pasaron y vino el segundo vistazo, rápido pero mortal, hacia aquel canariesco artefacto.
El portafolios negro, bien custodiado por las manos firmes de aquel individuo.
Si quería salir victorioso, debía pensar en algo lo mas pronto posible.

De pronto vino a mi mente un nuevo plan, funesto pero increíblemente efectivo. Todo debía llevarse a cabo en menos de diez segundos. Bien, estaba decidido y por supuesto, preparado. Hasta la última duda que pudiera existir en mí en ese momento, había desaparecido.
Calculé, exactamente un minuto antes del tercer y último vistazo. Me levanté rápidamente, llevando la taza con la mitad del café ya tibio conmigo. Crucé la calle corriendo, justo cuando el semáforo se encontraba en rojo. Entré a aquel establecimiento, rodeando las mesas para quedar justo detrás de aquel individuo.
Bien, ahora solo necesitaba una servilleta, que con mi ojo agudo encontré en la mesa de junto, justo cuando el tercer y último advenimiento al reloj aconteció.
Ahora eran sus veinte segundos contra los diez míos. Volteó, por supuesto yo lo esperaba.
Sabía que en ese último momento alguien debía dudar, y no podía ser yo. No esta vez.
Ya antes había perdido demasiado por dudar. Juré no hacerlo de nuevo.
Sabía que en cualquier momento se incorporaría. Yo debía demostrar que una taza es mas veloz que una bala, y mas endiablada aún. Además, tenía la servilleta y una sola oportunidad para usarla. Suficiente, eso debía ser suficiente.

Su mano entró en el bolsillo oculto de aquel saco arrugado. Su mirada fija en mi, tratando de grabar en su mente mi verdadero rostro. Aquél, que ni yo mismo recuerdo.
Dudar, alguien tenía que dudar, y Dios sabe que no podía, no debía ser yo.
La taza estaba en justa posición. Solo necesitaba un segundo de su distracción y el café haría el resto. Además aun tenia la jugada de la servilleta.
Entonces pasó. Un parpadeo, mortal para aquél que lo hiciera. No podía ser yo. No debía.
No fui yo.
Un segundo antes de que la bala atravesara la cesta de pan que se encontraba justo detrás de mi, la taza de café ya había hecho su trabajo.
Cinco, diez, mil pedazos de porcelana volaron por los aires, algunas manchadas de la sangre de aquél pobre diablo. Tan certero fue aquél golpe que su cuerpo inconsciente cayó sobre la mesa de al lado, comprobando la fragilidad de algunos muebles de restaurante. Inerte, yacía en el piso multicolor, Algo le salía de la oreja, algo que agregaba un toque rojo que destruía la perfecta simetría del mosaico.
Una señora gritó histéricamente, provocando el caos en aquel lugar. Aprovechando dicha conmoción, cogí como pude aquel portafolios negro. Salí corriendo de ahí.
Una, diez, mil cuadras y varios minutos pasaron. Faltaba todavía una hora para la entrega, suficiente para reponer energías y comer algo.
Entré entonces a un restaurante bien ubicado y con los precios un poco altos. Pensé que yo merecía aquel pequeño lujo, sobre todo luego de haber pasado todo lo que pasé. Sé que en la modesta cafetería de enfrente todo debe ser mas barato, pero por hoy, éste lugar está bien.
Además, no había visto un piso tan peculiar, con mosaicos multicolores y tan limpio, a excepción de una mancha roja encontrada bajo la mesa de al lado. Nada que en ese momento no pudiera tolerar.
Pedí el menú del día. Revisé mis bolsillos buscando mi cartera y encontré la servilleta, aquella que no fue necesario utilizar. La dejé en la mesa de al lado. Después de todo, a alguien le puede ser de utilidad.
Falta poco tiempo para la transacción.¡Carajo! Como odio este reloj. Definitivamente el amarillo no va conmigo.
Y pensar que lo debo revisar tres veces antes de la entrega.
Ni modo, tenemos un convenio. No quiero perder la vida por una estupidez.


JJ Barragán

miércoles, septiembre 17, 2008

Alguien cree que no esta borracho, solo medio borracho.

A.-¡Viva México!

J J- No...

A.-¡Chale!, ni yo me la creo.
¿Que tal tu grito? Hoy recobré nombres de bandas que me gustaban mucho,
y encontré los videos. Me trajeron recuerdos.

J J-¿De duranguense?? ¿O de gaypop??

A.- Más o menos

J J.- Ya

A.- Un poco de todo

A.- Y que tal, ¿Diste el grito?. Ya me aburrí, lo bueno es que tengo un tequila para el desempanse de la botana que me comí. Como estoy solo se me fue la hora de comida, y acabo de cenar.

J J-Si, embriagate... Tómate fotos y luego me las pasas.

A.- Mañana tendré cruda.

J J- Ya estas acostumbrado, ¿No? ¿Y por que no celebraste?

A.- Pues si, pero no hay que abusar.

J J.- Te ves bien ridículo con tu letrero de dos hojas de scribe.

A.- Pues para tu información, es un poster.

J J-¿De que?

A.- Que por cierto perdí ese día. De Ferrari. No debí ir al casino a la salida.

J J- No, no debiste ¿Notas como soy de complaciente?

A.- Pues leve. Aun te falta apapacharme y preguntarme qué más quiero.

J J- Pues, lo haría.

A.- Mejor quedate así.

J J- Si estuviera contigo y fuera tan gay como tu lo eres. Pero, no lo soy.

A.- Me basta con que seas medianamente complaciente.

J J- ¿A quién no?

A.- A lo mejor incluso seas medianamente millonario algún día y puedas rentar todo lo que quieras.

J J- !Claro! para que he de querer yo cosas materiales.

A.-Eres tan completo como un cover interpretado por simple plan.

J J-¿Me estás diciendo mediocre o me estas "aventando los perros"?

A.- Ninguna de las dos. Bueno, un poquito de la primera, pero no tanto. Solo medianamente.

J J- Viniendo de alguien mediocre como tu, lo tomaré como un cumplido. Solo, medianamente. ¿O medio me entiendes? Esta de moda ser medio hombre.

A.- Pues a mi rancho aún no llega esa moda.

J J- Es un rancho apartado entonces. Dichoso tu que gozas de poca mediocridad.

A.- Si, decidí irme ahí lejos de la contaminación del mundo.

J J- Haces bien, huir de tus problemas.

A.- Al igual que superman al caer en una granja, o los judíos a ir a las tierra más culera de medio oriente.

J J- O como la película de ese perro de ciudad que se va al campo...

A.-¿Cuál de todas? ¿El que juega fútbol?

J J- La que quieras.

A.- ¿O béisbol?

J J- Mejor, el que vivía con una cabaretera.

A.- O el que cuida a babe el puerquito caliente.

J J- ¿Qué puerco no es caliente? Solo en tu pueblo...

A.- Tal vez. Si lo comemos frío, hace daño.

J J- Bien, entonces es el perro caliente que vivía con una cabaretera y que luego se fue al campo.

A.- Pues...

J J- A conocer al puerco

A.- Ya no encuentro parecido con los otros perros que eran deportistas, pero puede funcionar.

J J- ¿Como no? Todos son igual de perros.

A.- ¿Ahora has creado el guión de la próxima joya del cine mexicano?

J J-¡Lo notaste! Yo creí que no me hacías caso.

A.- Solo le falta su mejor amigo pastel.
Sabes JJ, dicen por ahí que tu (señalándome a mi) y yo (señalándote a ti) estamos locos.

J J- ¿Te avientas a dirigir mi "proyecto"? (¿Que tu y yo estamos locos?)

A.- Digame licenciado...

J J- Licenciado.

A.- Gracias, muchas gracias

J J- No hay de queso nomás de papa. Ya estas viejo, may. Medio viejo, acuerdate de la moda.

A.- Ah si...¿Qué haces por aquí a estas horas?

J J- Despierto. Escribiendo. Viendo porno, ya sabes, inspirándome.

A.- ¿Y si vez terror para escribir?

J J- Pues, hay porno que da miedo.

A.- A que caray...

A.- Acaba de hablar mi jefa pa' monitoriarme, de que si no me salí de vago.

J J- Ya te conocen, valedor.

A.- Y la verdad si pensé en salirme hace rato.
Pero Jes, la examiga de la hermana de D. se fue con su familia. Era la que me quedaba más cerca, y según ella quiere verme.

J J- Como buen perro caliente de rancho que eres... o algo así. O puerco, o medio puerco.

A.- Pues a medias. Por que no pienso hacer nada más allá que pasar el rato. Incluso sin resultados sexuales. Ya voy a intentar ser menos promiscuo.

J J- Un rato de mínimo dos horas y media y medio desnudos, ¿No?

A.- Menos todavía. Solo salir a ver los cohetes.

J J- Medio verlos.

A.- Ya no le voy a insinuar nada a nadie. Si ellas quieren pues va. Y por educación.

J J- Te has convertido en todo un célibe, espero no eunuco.

A.- Por que ya vi que ya no me gusta cualquiera. Ya solo tengo ojos pa' mi querida ...ya sabes.

J J- A mi si me gustan las "cualquiera".
Pues, !Salud, o medio salud! Total, ahorita llega cualquiera y se nos va a olvidar lo medio hombre que eres.

A.- Medio, no tanto. Mas o menos.

lunes, septiembre 08, 2008

Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará.

Julio Cortázar

viernes, septiembre 05, 2008

Oda a lo pequeño-absurdo mio

Hoy no estoy para nadie, dijera una voz interna disfrazada de canción. Hoy no estoy para nadie.

No me he convencido aún para creer estar por fin para alguien. A veces lo pienso tan agotador, tan sinsentido (palabra cariñosamente acuñada luego de dejar de lado el absurdo que dentro de la monotonía construí). Sin sentido sinceramente no estoy para nadie. Solo hoy, solo a esta hora. Sé que en un rato ya estaré o me harán estar, rodeado de un sinsentido de veinticinco palabras, dos coronitas y una mujer bailando. Unos reclamos, una voz interna que me dice ya vamonos interrumpida por un suspiro atorado en la regoleta magullada de mi epistolar izquierdo. Y sin embargo seguiré y me quedaré, un rato nada mas, en lo que se me pasa el coraje. ¡Demonios! ¡Cómo quiero verte! No necesito verte, todavia no. Pero mañana, seguramente.
J. Barragán

martes, septiembre 02, 2008

Celos (Celos?) Injustificados de tres Cervezas y media

¡VAYA! ¿HAS NOTADO COMO TU INTRÍNSECO ESPACIO PARECE CONVERTIRSE EN UNA DEMOSTRACIÓN DEL USO CORRECTO DE NUESTRO IDIOMA (ESCRITO Y A VECES NO TANTO)Y ME ATREVO A AGREGAR CON IRONÍA QUE HAGO REFERENCIA,
QUIZÁ DE MANERA OBVIA O A MANERA DE CHASCARRILLO, CUENTECILLO AGUDO NO EQUÍVOCO,
QUE NO INCLUYO AQUÍ (A) AQUELLOS IDIOMAS QUE POR PRETENCIOSOS O PATANEZCO-ZAFIOS HAN
DE OFENDER VUESTRA PRESENCIA O LA DE AQUELLOS NO PREPARADOS PARA MI YA HABITUAL Y POR DEMÁS CLÁSICO, PECULIAR SENTIDO DEL HUMOR (ja ja) (JO JO) (MJ MJ)(tss) -PUDIÉNDO (ACLARO, NO PUDENDO, ¡ESO NO!) ASÍ,
CALIFICARME COMO UN SIMPLE GAZNAPIROPALURDO SIMPLÓN TORPE HUMANOBASTARDO, NO POR ELLO MENOS ACÁ RIFADO JUANCAMANEYESCO (ESPERO NO HABER CAIDO YA EN LA VULGARIDAD QUE TANTOS OÍDOS CORROE O ENGATUSA, PERO AH! COMO GUSTA Y ASUSTA) CUAL ALBURERO DE QUINTO PATIO/BARRIO O ESCRITOR DE TERCERA Y ES QUE NO NACÍ POETA, ME HICIERON.
PERO, ¿QUIEN SOY YO PARA ESCRIBIRLE TODO ESTO SEÑORITA?
SOLO SOY UN HOMBRE SENCILLO, DE GUSTOS SENCILLOS, PERO ESO YA BIEN LO SABE.

INTRÍNSECA Y ESTUPEFADICAMENTE SUYO,
JJ